Con su ubicación privilegiada en la Carretera Via, Sabana Grande 3028, esta posada cuenta con una arquitectura tradicional y rústica que se mezcla a la perfección con el entorno natural que la rodea. Su teléfono de contacto, +58 416-2679714, está siempre disponible para atender las necesidades de los clientes y brindarles información sobre reservas y disponibilidad.
La Posada Tierra Blanca ofrece diversas opciones de alojamiento, desde habitaciones dobles hasta suites familiares, todas ellas decoradas con buen gusto y atención a los detalles. Cada habitación cuenta con comodidades modernas como aire acondicionado, televisión por cable y baño privado. Los huéspedes pueden disfrutar de vistas impresionantes al paisaje circundante desde sus ventanas.
En cuanto a las instalaciones, la posada cuenta con un restaurante que sirve deliciosos platos locales e internacionales, preparados con ingredientes frescos y de alta calidad. También hay una piscina al aire libre donde los huéspedes pueden relajarse y refrescarse durante los días calurosos. El personal amable y atento está siempre dispuesto a ayudar y brindar recomendaciones sobre actividades y lugares de interés en la zona.
El horario de atención de la Posada Tierra Blanca se adapta a las necesidades de sus clientes, asegurándose de brindar un servicio de calidad las 24 horas del día. Su ubicación estratégica cerca de Sanare y otros destinos turísticos populares hace de esta posada el lugar perfecto para explorar la belleza natural de la región.
La Posada Tierra Blanca es una opción excepcional para aquellos que buscan una escapada tranquila y relajante en medio de la naturaleza. Con su encanto rústico, comodidades modernas y atención personalizada, este establecimiento se ha ganado su reputación como uno de los mejores lugares para hospedarse en SANARE, EDO LARA.
CÓMO LLEGAR AHORA
LLAMAR: +58 416-2679714
Dirección: Sector Palmira, SANARE, EDO LARA, Carretera Via, Sabana Grande 3028, Venezuela
Horario de Posada Tierra Blanca
Opiniones de Posada Tierra Blanca
La experiencia en la Posada Tierra Blanca durante Semana Santa fue simplemente maravillosa. Desde el primer día que llegamos, nos sentimos acogidos y como en casa gracias a la atención esmerada de Mari Blanca. La posada se encuentra ubicada en un paisaje impresionante, a pesar de que los caminos para llegar estaban un poco deteriorados, el hermoso panorama lo compensaba.
El almuerzo preparado por Mari Blanca fue delicioso, con detalles que mostraban el absoluto esmero del equipo. Nuestra habitación estaba impecablemente limpia y acogedora. Durante nuestra estadía, disfrutamos de cenas ligeras y sabrosas, acompañadas de deliciosos chocolates calientes para combatir el frío.
El siguiente día, el desayuno fue increíble, con arepitas ricas, perico, pollo desmechado, queso blanco y una natilla deliciosa. No había muchas actividades programadas, lo cual nos permitió disfrutar del amplio paisaje verde y coordinar paseos por el pueblo con un chico servicial llamado David. Durante el almuerzo, disfrutamos de vegetales frescos de la zona y una sazón llena de afecto. Por la noche, unos productores artesanales nos presentaron su licor local de Penca de Cocuy, ofreciéndonos una grata explicación y la oportunidad de degustar sus productos.
Durante toda nuestra estadía, la atención fue excelente. Francys siempre estuvo pendiente de nosotros y el Sr. Oscar y su familia hicieron que nos sintiéramos gratamente complacidos. La comida era muy buena, con un servicio de cenas variado y delicioso. Además, la posada estaba ubicada en un lugar apartado del centro, lo que permitía disfrutar de la tranquilidad y relajación.
En mayo, visitamos nuevamente la posada y nos gustó bastante. Aunque los dueños no se encontraban presentes, el personal atendía con regularidad. Las habitaciones eran sencillas pero cómodas, sin TV ni aire acondicionado debido al clima frío. La comida seguía siendo deliciosa y saludable.
Sin embargo, es importante mencionar que en este tipo de posadas ya no proporcionan papel higiénico, jabón ni champú, por lo que es necesario llevarlos en la maleta. Además, la atención podía ser limitada, con solo dos personas atendiendo que no permanecían en la posada. También hubo inconvenientes con el calentador de agua en el baño.
La experiencia en la Posada Tierra Blanca fue inigualable. A pesar de algunos detalles, como los caminos deteriorados y la falta de algunos servicios, la atención esmerada de Mari Blanca y el hermoso paisaje compensaron ampliamente cualquier inconveniente. Recomiendo esta posada al 100% para aquellos que buscan relajación y desconexión de la vida cotidiana.
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